Banda electrónica.

El phishing bancario. Correos electrónicos que buscan ganar la confianza del destinatario haciéndole creer que el remitente es realmente el banco en el que tienen una cuenta abierta para intentar obtener claves de acceso a esa cuenta.
Para identificar si se trata de un phishing el correo que te han enviado, tienes que valorar el contenido del correo electrónico, es decir,  hacer una lectura del mismo y extraer de qué va el correo.

Siempre añaden una excusa “problemas técnicos o de seguridad” y proporcionan una solución sencilla “acceda a su banco utilizando este enlace”.

Además, es muy habitual en este tipo de phishing que se soliciten en el correo electrónico claves y otros datos de acceso a las cuentas bancarias, práctica que las entidades bancarias legítimas nunca llevarían a cabo.
Debemos sospechar de correos electrónicos relacionados con dinero o que intenten despertar nuestra curiosidad.

En cuanto a la escritura, los delincuentes que realizan las campañas de estafa suelen ser extranjeros, y deben por tanto traducir sus correos electrónicos al español, en general con errores. Estos errores en la traducción aparecen en forma de:
  • Fallos semánticos: artículos el ó la intercambiados.
  • Palabras con símbolos extraños.
  • Frases mal construidas.

Otra técnica utilizada por los delincuentes es la de pedir la realización de una acción en un período de tiempo muy corto.
Con esta urgencia, los delincuentes intentan que su víctima tome una decisión precipitada y caiga en la trampa al no darles tiempo para reflexionar y leer con atención el correo, que incluye visitar un enlace e indicar datos personales y/o contraseñas. Este es otro síntoma que nos hace sospechar que el correo recibido ha sido enviado por un delincuente.

Por último, tenemos una serie de consejos para no caer en este tipo de estafas:
  • ¿El contenido es sospechoso? Sé precavido ante los correos que dicen provenir de entidades bancarias con mensajes sospechosos.
  • ¿La escritura es correcta? Un banco ha de cuidar su imagen. Si hay errores en el texto, sospecha.
  • ¿El correo va personalizado? Nuestro banco conoce nuestro nombre, si nos envía un correo, lo utilizará. Si recibes comunicaciones anónimas dirigidas a “Estimado cliente”, “Notificación a usuario” o “Querido amigo”, es un indicio que te debe poner alerta.
  • ¿Es necesario hacer algo urgente? Si nos obliga a tomar una decisión en unas pocas horas, es mala señal. Contrasta en la web de tu banco o en su número de teléfono si la urgencia es real o no.
  • ¿El enlace es real? Revisa si el texto del enlace coincide con la dirección a la que apunta.
  • ¿Quién envía el correo? Si recibes la comunicación de un buzón de correo tipo @gmail.com o @hotmail.com, ¡sospecha!
  • ¿Qué tipo de información te piden? En este caso, puedes aplicar la ecuación: datos bancarios + datos personales = fraude.

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